CUANDO EL GRANIZO
Siento cómo se me agota la poesía
igual que piel ajada
que va dejando jirones tras de sí.
Contengo el impulso de mirar a
atrás,
de salir en su busca
para recomponer el tejido roto;
se me congela el corazón
de miedo a sondear los oscuros
agujeros
donde hallar enganchados en raíces
solitarias
aquellos jirones, quizá, vendidos
al olvido.
Tal vez me rechacen sin aguantarme:
Déjanos en paz, somos flor de verano,
cigarras sin remedio que agonizan
con la llegada del frío...
Siento cómo se me agota la poesía
cuando cae ese granizo inesperado
que me hunde el pecho
y una noche triste -tras perder la
batalla- amenaza
con devorar el brillo de mi
existencia
mil veces reinventada,
otras tantas, forjada de una fe
pertinaz
entre las llamas de una rebeldía
a las puertas de consumarse.
Ahora lo siento...
Sé que no será así, pero
cada mandoble que despeja el camino
de maleza
supone algo menos de aliento aunque
facilite el paso
y, mientras tanto,
siento cómo se me agota la poesía
cuando mis ideas limitan con todo
en un cuadrilátero primitivo
ciego de vulgo,
absurdo de inverosímil,
herido de impotencia.
Es cuando se vuelven de barro los
dedos del alfarero. Entonces,
labios pegados, mi mueca se
retuerce buscando su sitio,
pero es demasiado blanda la carne
para fijar perenne el gesto.
Cuántas caras en un solo día...
Qué pensarán las paredes, que no
saben de dobleces;
qué pensarán los espejos, que no
conocen la opacidad;
¡qué dirá la techumbre, que nunca
cambia de casa!
Entonces va el aire y abre la
ventana sin permiso...
Y yo recuerdo que no la cerré
porque vino el tiempo de las
flores.
Saludos con el viento.
17 comentarios:
Escribir es un riesgo. Alaceptar el tuyo lo has conseguido superar. El ultimo terceto es muy bueno y ademas muy hermoso, que loa poesia también sirve para crear belleza.
Muchas gracias Antonio.
Reviso e intento pulir lo que escribo, pero, a veces, la terapia no sólo está en escribir, sino en gritarlo cuando lo sientes.
Un abrazo.
animo maría, con fe encontraras el camino que te conducirá a la luz de la vida y de la armoniza ten fe en ti y sigue escribiendo, seguro que encontraras la parte positiva de la vida en cualquier rincón de esta vida de caminos entrecruzados.
cóndor te manda un fuerte beso y se feliz.
Gracias Cóndor.
Siempre pienso y tengo fe en la "parte positiva", precisamente, es el final del poema.
Besos y mis mejores deseos para ti también.
Hola María:
En estos momentos estarás en Sevilla...
Ágrafa, protagonista de mi novela que simboliza todo lo bello que hay en este mundo, llega a decir que los poetas son de dos clases: los que sirven para la poesía y los que no sirven para nada. La frase constituye, desde luego, una verdad profunda que deja ver algo interesante, a saber: que del mismo modo que con la poesía se perdió una forma de vivir, con la poesía se ganó una forma de pensar y de hablar.
Tú, María, estás hoy más viva que nunca. Así de sencillo. Pero sólo tú sabes qué pruebas has tenido que superar..." Tal cual " exalta la fe en la poesía y en la palabra de alguien que está siempre rodeado de silencio - " Cuántas caras en un solo día... Qué pensarán las paredes, que no saben de dobleces;
qué pensarán los espejos, que no conocen la opacidad;
¡qué dirá la techumbre, que nunca cambia de casa! ". Una tradición fecunda en ilusiones insostenibles -" Entonces va el aire y abre la ventana sin permiso...
Y yo recuerdo que no la cerré
porque vino el tiempo de las flores. ". " Es cuando se vuelven de barro los dedos del alfarero. Entonces,
labios pegados, mi mueca se retuerce buscando su sitio,
pero es demasiado blanda la carne para fijar perenne el gesto. " Tú eres sólo un tostro pintado en el curso de un viaje por la carretera cuando empieza a amanecer - " Sé que no será así, pero
cada mandoble que despeja el camino de maleza
supone algo menos de aliento aunque facilite el paso " - ...
Un beso.
Ya voy camino de Zafra...
Como te he puesto en el libro: "sabía que estarías".
Un beso.
No, no se te agota la poesía. Ni los amigos. Quizá porque tú eres inagotable. Abrazos segovianos.
Gracias querido Amando-amigo.
Un abrazo pacense y enhorabuena por tus imparables éxitos, te sigo.
Querida María:
No tendré tu libro hasta el día de San Juan: Es posible que la fortuna dé a cada uno justo lo que necesita para no ser feliz. Esa será la conclusíón que saque cuando lea tu dedicatoria...
Muchas veces me abandono y me pongo a pensar. Quizá el secreto esté en comprender que únicamente llegamos a nosotros mismos cuando hemos madurado lo suficiente como para no importarnos demasiado dejar de ser nosotros mismos...
Creo te entiendo, pero no sé si te entiendo... Quizá lleguemos a ser nosotros mismos cuando nos conozcamos lo suficiente como para distinguir cuando lo somos, tal vez, cuando nos mostramos sin miedo o, al menos, nos mostramos.
La noche de San Juan es mágica. Yo escribo mis deseos en un papel que después
quemo. Y se cumplen, si son realmente posibles, ¡se cumplen! Pero de ello he aprendido que hay que tener cuidado con lo que se pide.
Si tu novela está disponible, quisiera leerla. Dime la forma de hacerme de ella o esperaré a que la termines.
Un abrazo.
No tengo nada publicado. No soy escritor profesional, aunque ésa sea mi vocación radical, la vida se ha encargado de cortarla de un hachazo...
En tus manos está sembrar nuevos brotes... No te lo niegues.
Absolutamente nada vale la pena si con ello perdemos nuestra libertad...
Es frecuente el hombre que de joven o en su primera madurez, tiene una auténtica vocación, pero al cabo del tiempo, que no da lugar, le abre otros caminos. Y es dramático, que como tiene una figura de intelectual o escritor y de ella le viene su prestigio e influencia entre los demás, queda atado a esa vocación que, aunque radical, ya no es real. Es como el que está casado con alguien a quien amó pero ya no ama.
Ágrafa cuenta su historia con estas sencillas palabras: " De promesa de escritor se convirtió en personaje novelesco, de observador de la realidad, en sufridor de sus rigores, de alguien real, en una ficción...
...Ocultar el dolor, ésa era su consigna, encubrir tras la conversación espléndida, su ruina interior o, en términos más exactos, sobrellevar el fracaso del sueño de su vida, el estrepitoso hundimiento, con la alegría de vivir ".
Esto que dices me asusta... Precisamente porque aparece como un riesgo real...
Escribimos para conquistar ese reducto de libertad que nos otorga la palabra escrita, no para epatar, si ello traspasa los limites de hacerlo con nuestros escritos...
Un abrazo.
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