Si escribo repiquetear estaré
hablando de la lluvia.
Enseguida el gris se impondrá
tras la frente
y cristales de agua asaltarán la
memoria.
La lluvia, con manos ligeras,
trenza imágenes por las que
resbala.
Viene del pasado, allí nos
empuja,
mirarla es un acto de
supervivencia.
Si escribo repiquetear estaré
hablando de mi madre, de mi
padre,
de un salón en una casa; construiré
el recuerdo
sobre almohadones colorados
con los que levanté murallas.
No llueve semanas o una tarde en
el olvido;
llueve pausado en nuestra
historia.
Saludos con el viento.
7 comentarios:
A nuestros padres.
" Busquemos como buscan los que aún no han encontrado, y encontremos como encuentran los que aún han de buscar ".
San Agustín, De Trinitae.
Un abrazo fuerte, María. Por la ventana abierta entra un fresco olor a mojado. No es una nostalgia voluntaria la que nos provoca, es la nostalgia que a uno le sobreviene por la espalda cuando está solo...
Siempre llueve en el recuerdo, no sé por qué; pero algunas veces no lo hace tan despacio. A veces caen chubascos o huracanes.
Hermoso poema.
Querido Juan, la nostalgia siempre nos pilla por la espalda... Mirar la vida de frente siempre sin descuidar la retaguardia.
Gracias por el post, él te lo agradece.
Un abrazo.
Gracias, amigo. Supongo que Borges tenía razón: la lluvia es algo que sucede en el pasado...
Un abrazo.
En la memoria, igual que en las tormentas de verano, siempre escampa. Y deja un sugerente olor a tierra mojada. Un abrazo, amiga extremeña.
Querido compañero, escampa, claro, por eso tiramos de ella cuando llueve en el presente.
Gracias Amando.
Un abrazo extremeño.
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