Dedicado a Juan
Y si llamas a
la puerta, viajero,
escucharás tu
voz
al fondo del
pasillo, desde el piso de arriba,
preguntando
quién eres.
Y si insistes,
viajero,
arroja al suelo
tu capa, descúbrete.
Tu interior
logrará reconocerte.
Saludos con el viento.
2 comentarios:
Qué raro es el mundo, María, hoy. Como sonámbulo camino por la calle, todo me parece espectral, porque el espectro soy yo. Mirando a todos sitios, buscándome. O, abatido, sin mirar a ningún lado, la vista en el infinito o en la espalda de un suelo que no veo y que piso como si fuera a mí a quien pisara. También escribiendo alterno esos dos estados, el alerta de animal de orejas tiesas y - el que ahora escribe - el postrado por una pesadumbre que me hunde en el sillón como en un pozo. Pero incluso en el desaliento permanece la alarma presta y cuando publicas algo, abro más los ojos y mi corazón late rapido, agradecido...
Un abrazo.
Agradecida yo, por tus fieles ojos sobre mis humildes letras.
Un abrazo, viajero de las palabras.
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