digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera
que no bebiste el vino de la victoria
sino tu propia sal
que jamás escuchaste vítores
sino ladridos de perros
y que tu sombra
tu propia sombra
fue tu única
y desleal competidora.
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Soberbio...
Saludos con el viento.
4 comentarios:
Lo que representamos o, en otros términos, nuestra existecia en la opinión ajena es , como consecuencia de una debilidad particular de nuestra naturaleza, muy apreciada generalmente, aunque esta reflexión - verdadero tesoro que nos regalas - pueda enseñarnos que es de ninguna importancia para nuestra felicidad.
Un abrazo fuerte.
La inteligencia, la contundencia y la cordura del poema, son lo que me puede...
Abrazo.
A mí me puede esa sombra desleal, a la que -sin embargo- tengo un cierto apego. Quizá porque me pone en mi sitio, como los ladridos, la sal o la carrera infinita.
Abrazos, siempre
Totalmente de acuerdo. No se puede mirar hacia otro lado para no ver esa sombra desleal que en muchos momentos está,claro que está, y es con quien te toca celebrar la "victoria".
Mi abrazo.
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