Mariposas negras
cubren de luto
los rincones de mi barca,
que a la deriva queda,
sin timón, sin velas y sin agua.
Negras mariposas
destiñen el viento
que las veletas señalan,
y, como pétalos muertos, caen,
vencidas por la escarcha.
Cuando imagino tu falta,
mis lágrimas incontenibles,
como balas de azabache,
se disparan, se vierten, se clavan;
por todos los rincones de mi barca.
19 comentarios:
"balas de azabache" una imagen preciosa.
Hermoso poema en su conjunto.
Un beso
Jesús
Muchas gracias Jesús, por tu comentario y por tu visita.
Un beso
María, que esa barca siga flotando en tan hermosos versos.
Un abrazo.
Sí Rubén, seguiremos a flote en nuestras aguas de la poesía.
Un abrazo
¿Cómo se puede romper la melancolía que produce una ausencia? ¿Cómo se pueden evitar esas mariposas negras?
Quizá el mejor modo sea el que usas en este poema tan hermoso, asumirlas, declararlas, hacerlas visibles... Parece que dolieran un poco menos.
Es lo que sentí solo con imaginar la ausencia de ese par de seres que inspiraron el poema ¡solo con imaginarla! Imagínate si la ausencia se hiciese real...
Al verter en un poema lo que sentimos y, como tú muy bien dices, hacerlo visible, es como si quisiéramos encontrar el antídoto, la solución o la cura al dolor...
Gracias por tu bello comentario.
Un abrazo Amando
Precioso, no , lo siguiente. Cuando publiques algo, ¿me lo harás saber, verdad? ... ¿o llegar?...
Un besazo
Muchas gracias cariño, me emociona tu comentario, y más, viniendo de una poeta inteligente y sutil como tú.
Un abrazo
Te leo y me llenas, a seguir María, ahora toca seguir creando.
Gracias Pepe, se hará lo que se pueda...
Un beso
Muchas gracias por los halagos y no, no recibo notificación si me contestas en tu blog, asi que de nuevo gracias por contestarme en el mío.
Un abrazo y mantenme informada... de todo... ya sabes, jajaja
Estefanía
Lo haré, un abrazo.
No hay nada tan real como la ausencia, sobre todo cuando se hace visible y no podemos o no queremos romper los puentes que atan los pensamientos al espacio vacío. Porque la ausencia, al menos para mí, nunca es definitiva.
Un abrazo.
Pues sí... Vivir la ausencia como algo definitivo ya no sería ausencia, se acercaría, inevitablemente, al olvido.
Un abrazo.
Sigo recorriendo las ondas silenciosas que expulsan tus versos y no dejo de sorprenderme.
Un abrazo.
Gracias Rubén, por tu seguimiento y por tu bello comentario.
Un abrazo.
"...Ya ves, noche estrellada, canto y copa
en que bebes el agua que yo bebo,
vivo en tu vida, vives en mi vida,
nada me has dado y todo te lo debo."(Neruda)
Gracias a ti por deleitarnos con tus versos y con tus líneas!!! Saludos desde un rincón donde hace mucho viento.
Es un placer y una realización.
Gracias a ti.
Besos.
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