Saludos con el viento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ENTRADAS POPULARES
-
Mariposas negras cubren de luto los rincones de mi barca, que a la deriva queda, sin timón, sin velas y sin agua. Negras mariposas dest...
-
Recién salido del horno: Saludos con el viento. -
Queridos amigos: El jueves 23 de mayo, en la Biblioteca de Extremadura, a las 20,30 horas, tendrá lugar la presentación de la novela ...
-
"Nadie" es el relato de un ser humano, de cualquiera de nosotros; una novela sobre sentimientos rabiosos y valientes, un camino h... -
Queridos amigos, ya me encuentro en disposición de compartir de nuevo con vosotros una buena noticia. Aquí copio el comunicado que ha escr...
-
INTENCIÓN Busco mi propia voz, aquella que me sirva para contar lo que quiero contar y haga que mis palabras filtren la esencia de la...
-
No quiero estar cansada al acostarme a tu lado, quiero doblar en ti las esquinas de mi cuerpo. De noche, como siempre, las horas s...
-
¿Quieres un nuevo seguidor? La idea de esta entrada es que nos ayudemos entre bloggers. Es fácil, consiste en que vosotros s... -
Llueve, por todas partes, a todas horas. Es una lluvia que nadie ve, pero yo sí la veo... Saludos con el viento.
-
El pasado jueves 23 de abril, en Cehegín (Murcia), se llevó a cabo la entrega del XI Premio “Salvador García Jiménez” de cuento, cuya gana...
4 comentarios:
Intentaré, algún día, ser capaz de escribir algo como eso. Aunque no creo que lo consiga.
Abrazos, siempre
¡Si se pudiera escribir lo que dicen los silencios!
Abrazos, para ti, siempre.
Nadie sabe lo que es el silencio, cuál es su origen y su límite, cómo nace y cómo muere, cómo se transmite o se transforma. Hay gente que expresa sus setimientos y sólo nos fijamos en la parte soleada de esos sentimientos y no queremos ver su zona umbrosa. Yo habría querido avisar a mis amigos, para no preocuparlos y para no fastidiarles, por culpa de mi silencio surrealista. Sin embargo, un día, apareciste tú angustiada preguntando cómo estaba. Entonces mi recelo contra el silencio absurdo se convirtió en ira. Puedo sufrir estoicamente la mayor de las desgracias, pero no soporto el menor contratiempo en la vida de las personas que admiro y quiero.
Después de haberte sacrificado tanto por las palabras ( mi verdadera debilidad ) y por mí, nada me hace más feliz que saber que disfrutas de tu silencio...
Aún no he vuelto. Pero tenía que escribirte algo.
Un abrazo fuerte.
No ha habido sacrificio.
Te acompaño en tu silencio, yo sé lo que es querer -necesitar- navegar en él.
Un abrazo fuerte.
Publicar un comentario