La guardo para mí.
Esta necesidad
que tengo de tus huesos,
este tapiz que deshace la aurora
cuando se exhibe lejos de tus venas.
Para mí la punzada de tus ojos
en cada noche muerta,
la derrota de conquistar espacios
en los que no me espera tu simiente.
Para nadie las voces
que han quedado en la calle y no son tú.
Saludos con el viento.
16 comentarios:
Bello, muy bello. Ojalá llenes de alegría tus versos, María.
Saludos
La derrota, esa prima aburgesada de la felicidad...
Saludos.
Valaf: Llevan alegría querido amigo, están escritos desde la zozobra de un reencuentro inminente. Bienvenido.
Un cordial saludo.
Antolín: Derrota y felicidad... en constante relación.
Un abrazo Antolín.
Hola, vengo a conocerte, tras haber leido un precioso poema tuyo en el blog de esa otra María de geniales ideas de hermandad.
También me han encantado estos versos necesitados y casi diría que nada resignados.
Besos.
No, nada resignados Marinel, inspirados por esa ansiedad que a veces nos roba la calma cuando pensamos en el ser amado.
Gracias por tu visita y tus comentarios, bienvenida.
Besos.
He tomado tu dirección de María, si es bello el que leí allí, este en el deso de tener al ser amado..... A cual mejor
Me ha gustado el venir y me tendrás con frecuencia. si me lo permites, me haré seguidor. Saludos, manolo
No se hacer poemas y lo he intentado, pero con mis escritos, según los comentarios que me hacen se rien.
Me agradría contar con el tuyo.
marinosinbarco.blogspot.com
Hola María vengo del blog de María precioso poema
publicaste allí.
Escribes muy bien, nos lo muestra tu segundo poema
Buena semana
Muchas gracias Manolo, será un placer tenerte por estos lares. Para escribir solo tienes que dejarte llevar, lo importante es disfrutar haciéndolo.
Te visitaré. Un cordial saludo.
Gracias a ti también Rosa, bienvenida.
Un cordial saludo.
Solo para ti, para que te acompañe y en ti permanezca; solo para ti su voz, tu viento y la punzada de aquello que se escribe con la mirada. Para nosotros la calle callada y tu poema.
Beso.
Javier Herque
Querido Javier, por supuesto, mis versos, para vosotros, con quienes es un placer compartirlos.
Besos.
¡Qué bien escribes, María Blazquez. He llegado a tu blog por mediación del de María en cuyo espacio ella ha publicado otro poema tuyo que me ha gustado muchísimo, como éste. Me parece muy actual esa inmediación con los objetos que ensayas en tu estética y que es propia también del cubismo y otras escuelas plásticas no figurativas. Te invito a mi blog cuando puedas. Un afectuoso saludo para tí.
¡Gracias Amílcar! Es un placer tenerte por estos lares con un comentario, a su vez, digno de tener en cuenta. Es interensantísimo conocer la visión de los demás sobre nuestra propia estética, nos hace ampliar horizontes.
Te agradezco tu invitación que acepto gustosa.
Un saludo afectuoso.
Un poema de amor exento de la habitual ñoñería de la que suele recargarse el tema. Me encanta.
Un abrazo
Gracias Luís, se intenta huir de eso, no siempre se consigue...
Un abrazo.
Hola, María:
Cada poeta ha nacido para expresar algo suyo...Aquí hay algo más que un poema: es una invitación a vivir de verdad la vida y la poesía, desde la experiencia de la soledad - " la derrota de conquistar espacios en los que no me espera tu simiente " -. La vida es como la poesía, cuando el poeta escribe un poema. En cada línea, en cada palabra está escondida la posibilidad de fracasar y esa sensación de soledad mortal acompaña al poeta en toda su obra - " para mí la punzada de tus ojos en cada noche muerta " -. Y de que fracase todo el poema, no únicamente un verso aislado. Y así es la vida - " Para nadie las voces que han quedado en la calle y no son tú " -. El poeta como el amante que se arriesga, se juega el todo por el todo en cada palabra que escribe y siente - " ese tapiz que deshace la aurora cuando se exhibe lejos de tus venas "-. El instinto poético como el amoroso consiste en una tensión alerta - " La guardo para mí. Esta necesidad que tengo de tus huesos " -...
Para leer y releer, María, para detenerse cada día un momento y comprometerse con tu obra.
Un fuerte abrazo.
Gracias, de verdad, por ese momento que le dedicas cada día a alguno de mis escritos y por la inestimable aportación que siempre haces con tus análisis y comentarios. Ellos también son para leer y releer.
Un abrazo.
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