lunes, 28 de mayo de 2012

Por los acantilados



He estado con mi viejo amigo Juan Salvador. Compartimos el gusto por las alturas, desde allí oteamos mejor en las profundidades.
Juan sigue en su búsqueda del cielo a través de la perfección.

El cielo no es un lugar ni un tiempo -me dice Juan-. El cielo consiste en ser perfecto.

Le escucho mientras intento comprender su búsqueda. El cielo para mí representa muchas cosas, pero nunca me había planteado que significase la perfección; ni siquiera estoy segura de que ésta exista.
Yo busco el cielo a través de la libertad.

Juan Salvador alberga sabiduría. Su valentía y su espíritu inconformista le han llevado por caminos de aprendizaje. No hay otra forma de avanzar. El conformismo habría hecho que nuestras alas no nos sirvieran más que para dar saltos por los acantilados y no para sobrevolarlos como dos flechas que tienen algo que decir respecto a su destino.

La vida es un amplio cielo que nos envuelve y que debemos sondear.





Saludos con el viento.

5 comentarios:

El conocimiento es un amigo mortal dijo...

Hola María:

La belleza no se alcanza cuando se busca la belleza, sino cuando se busca la perfección. Ignoro cómo es la vida en el más allá, pero si tiene algo de ésta, seguro que seguiremos buscándola allá donde se encuentre, aunque tengamos que hacer como el escritor que, para dar testimonio de un mundo perfecto, se hace momentáneamente ciego y sale a la calle a buscar - " La vida es un amplio cielo que nos envuelve y que debemos sondear " ( sobra un " que " en esa preciosa frase ) -.

Un abrazo.

María Blázquez dijo...

Tienes toda la razón. Ahora mismo lo quito.

Me temo que mi connatural impaciencia siempre me alejará de la perfección...

Un abrazo fuerte.

El conocimiento es un amigo mortal dijo...

¿ Llamas impaciencia a dos semanas de silencio ? Todo el que reconece sus errores ya ha empezado a resolver sus problemas tan sólo por el hecho de haberse dado cuenta de ellos. Si tratáramos de excluir nuestros errores, o la posibilidad de cometerlos a la hora de comunicarnos, descubriríamos que para lograrlo sería preciso suprimir la comunicación misma.
Ojalá pudiera acompañarte en Sevilla, pero no puedo. ¿ Sería para mí mejor no existir ? Si yo no existiera, ¿ qué beneficio me reportaría no existir ? Mi propóposito es menos ambicioso. Se trata simplemente de descubrir tu alma luchando en un mundo difícil como es el nuestro y contando con la garantía, fundada en el conocimiento, de que eres una persona buena y una gran escritora, digna de admiración.

Un beso.

El conocimiento es un amigo mortal dijo...

" Mi propósito "..¿ ves ? Todos cometemos errores.

Cuidaté. Un abrazo fuerte.

María Blázquez dijo...

Querido Juan:

Lo cierto es que convivo con la impaciencia y los nervios. Una me azuza constantemente, los otros, me venden...

Que me consideres buena escritora colma una de mis más ansiadas aspiraciones. Que me consideres buena persona, es un gran premio. Intento serlo.

No te reportaría ningún beneficio no existir; sólo a tus enemigos. En cambio, existir, reporta beneficios a esta amiga tuya, que lo es.

La invitación sigue en pie, por supuesto. Sería estupendo darte en mano uno de los 25 ejemplares que me entregarán. Pero cada uno tiene sus circunstancias, no te preocupes si no puedes ir. Siempre estás con tus comentarios y enseñanzas. Con tu amistad.

Un abrazo muy fuerte.
Cuídate tú también, por favor.

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