martes, 13 de diciembre de 2011

Poema de mayo de 2.010


LA GALLINA CIEGA


Parece que muere el mar en una ola,
el arco de unos brazos sin contenido.
Parece que uno está viejo, cansado,
que las horas vienen a merendárselo
hambrientas de sueños y batallas perdidas;
que no queda hálito
para danzar alrededor de una hoguera,
aguantar sobre pies de plastilina
el peso de la edad
que nos adormece con sus sicarios.

Parece que la vida se asoma, te silba y se esconde
mientras avanzamos a tientas para asirla
y, antes de que huya, arrancarle un laudo propicio.




Saludos con el viento.

12 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Ay, la vida ese suspiro que siempre nos adelanta. Hermoso y denso poema.

ralero dijo...

Tu poema me recordó este otro de mi admirada.

Vuelo ciego (Idea Vilariño)

Vamos andando vamos
rodando deslizándonos
girando finamente
en una grave danza condenada.
Vamos riendo vamos
peleando haciendo nudos
completamente locos
olvidando olvidados
de que es un vuelo ciego
y vano y espantoso
sin vasos cigarrillos ni amables azafatas.
Cómo no se oyen gritos de socorro
no suben como un vaho los aullidos
de tantos condenados
cómo pueden vivir pelear reírse
mientras vértigo
danza
vuelo fatal y ciego
vamos por los espacios
por esa extraña noche
dando vueltas
cayendo
dibujando las últimas volutas
de una espiral terrible.

Marinel dijo...

La vida es así,le gusta ir a la deriva de los barcos que somos...
El maderamen se nos desgasta de tanto tratar de hacerla amarre.
Bonitos versos.
Besos.

María Blázquez dijo...

Amando, lo dicho, muchas gracias (estoy contestando desde el móvil...) Besos.

Éxodo, sin duda los poemas tienen una temática parecida. Gracias, un cordila saludo.

Marinel, precioso comentario. Gracias.
Un abrazo.

María Blázquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El conocimiento es un amigo mortal dijo...

Cara María:

" El arco de unos brazos sin contenido " se funde a la ola del mar y desaparecen en el poema, pero no en el pensamiento de quien lo lee. ¿ Un símbolo de la muerte ? Y, sin embargo, en este magnífico poema no hay nada simbólico: La vejez es la vejez - " el peso de la edad " - y nada más. Pero hay algo que, rebelde a la vida y a la definición de las palabras, se rehusa a ser nombrado: - " Parece que uno está viejo, cansado, que las horas vienen a merendárselo hambrientas de sueños y batallas perdidas; " -. Si lo nombraras se evaporaría - " que no queda hálito para danzar alrededor de una hoguera " -. No es la cara escondida de la realidad: al contrario, es su cara de todos los días...y es aquello que está en la cara de todos: - " Parece que la vida se asoma, te silba y se esconde " - la vida es corta, la vida está tejida de muerte, pero eso es la que la hace única. La verdad original de la vida es su vivacidad, y esa vivacidad es consecuencia de ser mortal, finita. Ahí está su sentido. Pero también su falta de sentido : Como en el juego de la gallina ciega - " mientras avanzamos a tientas para asirla ", vida y muerte coexisten - " y, antes de que huya, arrancarle un laudo propicio ". La vida no es ni larga ni corta, nos dicen estos tres bellísimos tres últimos versos: El hombre no es únicamente esclavo del tiempo y de la muerte, sino que, dentro de sí, lleva a otro tiempo, aquello que no se puede nombrar y tampoco puede medirse, lo inconmensurable...

María Blázquez dijo...

Conocimiento, pues no hay más que decir. A veces, como ahora, parece que en vez del poema lees mi pensamiento, que en lugar de ver mis versos ves lo que pensaba cuando los compuse. Hermoso y desconcertante compartir hasta ese punto.
Gracias siempre.
Un abrazo.

aldhanax dijo...

Hermosa poesía, vine por invitación de María y me pareció maravilloso tu blog. Te sigo.
Un millón besitos.

María Blázquez dijo...

Agradecida y encantada por tu visita Aldhanax. Bienvenida. Un millón besos para ti también.

El conocimiento es un amigo mortal dijo...

Querida María:

No es de ahora, hace tiempo que me hiciste recuperar esa sensación perdida de estar a la vez tan cerca y tan lejos de algo. No se trata de un deseo de encontrar a alguien que piensa y siente como uno, que escribe como si quitara delante de nuestra alma las piedras, los obstáculos del camino hacia la suya, como si abriera las puertas de par en par, no, pero hay algo de deleite en la quemadura de esa ocurrencia, un negro placer en la llaga de ese pensamiento que saboreo como un caramelo amargo. Sí, cara amiga, hermoso y desconcertante...

Un abrazo.

Rebecca Rosenbaum dijo...

hola María,
no hacen falta palabras para declarar la pasión de tus versos. Muy hermoso lo que escribes. Te leí donde nuestra amiga común María.
Te sigo ya.


un abrazo carinoso^^

María Blázquez dijo...

Querida Rebecca, muchas gracias. Sé bienvenida y mi abrazo más cariňoso para ti.

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