miércoles, 25 de enero de 2012

La emboscada


Ya suena de nuevo en mi cabeza esa inesperada voz en off que me cuenta historias pretéritas; hace que oiga palabras y frases antiguas que parecen más vivas que nunca cuando resuenan como un eco en mi memoria.
También veo en mis párpados, dentro de mi cráneo, cómo pasan las imágenes, películas pasadas, clásicos, que acompañan a la voz en off a veces, y otras veces vienen solas, sin sonido, se explican por sí mismas con el solo hecho de volver a verlas en mi interior.
Estas historias, palabras, imágenes, etcétera son las que me tienden emboscadas, las que, cuando creo que la batalla no tendrá lugar en ese momento y bajo la guardia al dirijirme relajada al campamento, me rodean, me atacan en un claro del bosque para ver si pueden herir mi corazón emparedado.
Les reconozco, antes eran de mi frente, y les grito:
-¡Traidores! ¡Traidores!
Por un momento olvido que tengo alas, y pienso: Ya está, aquí me voy a quedar, me derretiré y llegarán al corazón para destrozarlo.
Pero no; llegan los refuerzos -otra historia, frase o imagen- a rescatarme, luchan contra los enemigos a su mismo nivel mientras yo vuelvo a recordar que tengo alas, y es entonces cuando empiezo a batirlas in crescendo. Las hojas de los árboles se mueven con su aire y las que estaban caídas se levantan del suelo. Comienzo a elevarme y a barrer todo lo que en ese momento me rodea, y a penas sin darme cuenta, descubro que ya estoy otra vez cortando el aire, con la mirada al frente y enfilada hacia el horizonte.
Sólo llevo algún rasguño, he salido ilesa, y mis compañeros salvadores vuelan conmigo.

(De “Crónicas de La gárgola Almada”)

Saludos con el viento.

7 comentarios:

El conocimiento es un amigo mortal dijo...

Querida María:

¿ Lo errores del texto son intencionados ? No importa. No importa si es invierno. Importa si es tristeza, importa si te leo y a una dulce tortura me convocan tus palabras. Importa tanto y no importa nada. Si abandono tu cuaderno, y te busco en otros donde colaboras y tú no estás, no importa nada. No importa nada. Ni siquiera me importa las emboscadas de la noche o la ternura de este texto contagiado del amor a la primera obra en solitario, ni este comentario. Nada. Precipitadamente ( inadvertidamente ) lo he leído varias veces. Hay varios signos: tu voz, sobre todo, aquel paisaje, aquel triste territorio dormido - " para ver si pueden herir tu corazón emparedado " -, aquellos argumentos que inventamos no sé con qué pretexto - " Estas historias, palabras, imágenes..." -, aquella soledad - " por un momento olvido que tengo alas " - en la que todo viene a preguntarnos cómo hicimos para seguir adelante - " con la mirada al frente y enfilada hacia el horizonte "-.


Un abrazo fuerte.

El conocimiento es un amigo mortal dijo...

Mis errores sí son intencionados. Hay gente poco discreta que sólo les gusta fisgonear, cotillear los comentarios, desinteresados en la belleza de los textos...

aldhanax dijo...

Qué hermoso texto!! Muy bueno! Besitos

María Blázquez dijo...

Querido Conocimiento:
Los errores (que creo ya he corregido), no son intencionados, sino fruto del copiar y pegar desde el texto equivocado, un borrador de la obra que, a su vez, ya ha sido borrado de mi ordenador.
Lo cierto es que esta vez (alguna tenía que ser) no sé muy bien a qué te refieres con varias cosas, como lo de otros cuadernos en los que colaboro y no estoy, y lo de la gente poco indiscreta (con lo que estoy de acuerdo) que sólo quiere cotillear...

Un abrazo, querido amigo, y , si puedes, me aclaras esas cosillas.

María Blázquez dijo...

Gracias Aldhanax, un besote.

El conocimiento es un amigo mortal dijo...

Apenas puedo dirigirme a ti...

Un beso.

María Blázquez dijo...

Querido amigo, no entiendo bien tu comentario, pero sí deseo decirte que aquí siempre eres bienvenido y valorado.

Un abrazo.

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